La doctrina sobre JESUS EL CRISTO

 

La doctrina sobre 

JESUS EL CRISTO 

No hay persona más importante que Jesús el Cristo, nuestra cultura occidental divide la historia A.C. –D.C. y aunque algunos quieran negarlo, Jesús existió como un personaje Histórico. Tenemos testimonio de su existencia no sólo en los evangelios, el Corán habla de Jesús, Flavio Josefo (historiador judío del siglo I) también Jesús aparece mencionado en repetidas ocasiones en obras de escritores romanos como Tácito, Suetonio, Flavio Josefo y Plinio el Joven. Pero no es suficiente decir que Jesús existió, tenemos que saber quién era él. Juan escribió uno de los evangelios que nos muestra quien es Jesús el Cristo (Jn20:30-31). 

Su naturaleza. 

Juan inicia su evangelio con las siguientes palabras “En el principio ya existía el Verbo, y el Verbo estaba con Dios, y el Verbo era Dios.” (Juan 1:1) podemos ver que este relato sobre Jesús inicia hablando de él como el Verbo, un ser que según el texto ya existía antes del principio, por lo cual se puede decir que si el Verbo existían antes del inicio del tiempo, entonces el Verbo es eterno. Antes de existir en la tierra Jesús ya existía como el Verbo de Dios y eso es lo que llamamos como su preexistencia. Una profecía en Miqueas afirmaba el lugar en que nacería el mesías, aun así afirma que el Señor de Israel (el mesías) existía desde la eternidad (Miq.5:2) 

Otro punto importante en Jn1:1 es que el Verbo no era una creatura angelical, sino que era Dios. Esta afirmación es importante pues es una doctrina central en la biblia Jesús no es una creatura, él es Dios. No sólo Juan cree esto, Pablo también lo creía pues él escribió “Porque toda la plenitud de la Deidad reside corporalmente en El” (Colosenses 2:9) según el texto, Todo lo que Dios es, su esencia, está en Jesús. Podemos ver que Pedro no le da temor llamar a Jesús como Dios “Simón Pedro, siervo y apóstol de Jesucristo, a los que han recibido una fe como la nuestra, mediante la justicia de nuestro Dios y Salvador, Jesucristo” (2 Pedro 1:1) 

Una objeción común entre los unitarios es “pero Jesús nunca dijo que él era Dios sino el Hijo de Dios” y ciertamente él dijo ser el Hijo de Dios y no dijo ser Dios, pero esto es porque lo uno equivale a lo otro. Para un judío del primer siglo llamar a Dios su propio Padre era blasfemia (Jn10:30-33) porque al Decir que Dios era su propio Padre se hacía igual a Dios (Jn5:18) por tanto Jesús afirmó su Deidad al decir “soy el Hijo de Dios”. 

Volvamos a Juan 1:14 “El Verbo se hizo carne, y habitó entre nosotros, y vimos Su gloria, gloria como del unigénito del Padre, lleno de gracia y de verdad.” Aquí vemos claramente la encarnación del Verbo, es decir que Jesús no era la apariencia de un hombre, sino su participación de la Naturaleza humana. Él nació de una Virgen llamada María (Lc2:1-7) él Participó de Carne y sangre como todos los Seres Humanos (He.2:14) en Jesús encontramos las dos naturalezas unidas la Naturaleza humana y la Divina (Ro.9:5; Fil2:5-8) pero ¿Por qué Dios se Hizo hombre? 

Su labor. 

Vemos que el que Verbo se hiciera carne en Jesús no fue para vacacionar en la tierra, el vino a cumplir su misión como Hijo de Dios. La primera labor que podemos mencionar es la de dar a Conocer al Padre. (Jn1:18) la humanidad entera ha tenido una idea confusa sobre Dios, por esa razón vino Jesús para darnos a conocer a Dios como el Padre. Él hizo muchas referencias al Padre en sus enseñanzas, La más conocida es la oración modelo donde dice que al dirigirnos al Dios, nos dirijamos “Padre nuestro” (Mat.6:9). También nos mostró que Dios es un Padre que está dispuesto a suplir las necesidades de sus hijos (Mat.7:11) en una oración final Jesús le dijo al Padre que había cumplido a cabalidad esta misión (Jn.17:6-8) 

Cuando en una ocasión Juan el bautista ve a Jesús dijo las siguientes palabras “He ahí el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo.”(Juan 1:29) en el contexto judío los sacrificios eran necesario para expiar los pecados del pueblos. El que Juan identificara a Jesús como el cordero de Dios, indicaba que Dios estaba tomando la delantera en proveer el sacrificio perfecto para la redención de la humanidad. Es importante recordar que en la anunciación del nacimiento de Jesús a José se dijo: "Y dará a luz un Hijo, y Le pondrás por nombre Jesús, porque El salvará a Su pueblo de sus pecados." (Mateo 1:21) Jesús vino a salvar a la humanidad de sus pecados al entregarse como sacrificio. En otra oportunidad dedicaremos una lección sobre este tema. 

No podemos pasar por alto una misión importante de Jesús, la de establecer una iglesia. En una oportunidad hablando con sus discípulos, él dijo a Simón “Yo también te digo que tú eres Pedro, y sobre esta roca edificaré Mi iglesia; y las Puertas del Hades no prevalecerán contra ella”. (Mateo 16:18) ¿Qué sería esta iglesia? ¿Cómo la establecería? Juan nos dice que con su muerte Jesús reuniría a todos los hijos de Dios en uno, no es dificil entender que aquí está hablando de la iglesia (Jn11:51-52) Jesús compro con su sangre a la iglesia (Hch20:28) y une a todos los salvados en ese único grupo (Hch2:47) 

Su resurrección. 

No podemos hablar de Jesús sin mencionar su resurrección. Casi cada secta religiosa tienen algún tipo de mártir y lo compara con Jesús, pero la diferencia es que Jesús murió por nuestros, fue sepultado y al tercer día resucitó; ese es el mensaje del evangelio (1Co.15:3-4) pero este acto de resurrección no es una leyenda inventada por los creyentes sino que es un acto verificado por testigos. Pablo da una lista de Testigos de su resurrección en 1Corintios 15:5-9 donde menciona a sus primeros discipulos que no esperaban su resurrección, a uno de los hermanos de Jesús que ni siquiera creían en él, a más de 500 personas que vieron a Jesús al mismo tiempo y al mismo Pablo que era perseguidor de la iglesia. 

¿Por qué la resurrección de Jesús es tan importante en la doctrina cristiana? Porque, como dijo Pablo, si este acto no sucedió el cristianismo se cae abajo. “y si Cristo no ha resucitado, vana es entonces nuestra predicación, y vana también la fe de ustedes. Aún más, somos hallados testigos falsos de Dios, porque hemos testificado contra Dios que El resucitó a Cristo, a quien no resucitó, si en verdad los muertos no resucitan… Entonces también los que han dormido en Cristo están perdidos. Si hemos esperado en Cristo para esta vida solamente, somos, de todos los hombres, los más dignos de lástima” (1 Corintios 15:14-15, 18-19) pero si cristo resucitó eso demuestra que él cumplió su misión de redimir al pueblo y vencer a la muerte (Hch.2:24) 

Su autoridad. 

En el primer sermón de Pedro uso tres argumentos: las señales hechas por Cristo, las profecías cumplidas en él y su resurrección. Pedro concluyó su predicación con la siguiente conclusión "Sepa, pues, con certeza toda la casa de Israel, que a este Jesús a quien ustedes crucificaron, Dios Lo ha hecho Señor y Cristo“(Hechos 2:36). Esta fue una gran conclusión que llevo a su audiencia al arrepentimiento. ¿Qué los conmovió tanto? Ellos habían matado al Señor y cristo. 

En época neo testamentaria el título de Señor significaba más que un título de respeto, significaba que él Señor era el dueño y amo supremo de Todo. Para los Romanos sólo el Cesar era el Señor, para los Griegos el Señor era un título propio delas deidades pero para los judíos solo Dios era el Señor. Para el Cristiano decir que Jesús es el Señor significa aceptar su autoridad suprema. Jesús declaro esa autoridad Acercándose Jesús, les dijo: "Toda autoridad Me ha sido dada en el cielo y en la tierra.” (Mateo 28:18) Jesús demanda a los nuevos discipulos a que aprendan a obedecerle en todo (Mat.28:20) esta autoridad se expresa en sus enseñanzas en todo el nuevo testamento donde nos dice cómo debemos vivir en la familia, el trabajo, en la sociedad, etc. (vea Mat.5-7; Ro.12-14; Ef4-6). No es de extrañar que también nos diga cómo hacer la obra de la iglesia y la adoración a Dios, todo debe hacerse en su nombre, es decir bajo su autoridad (Col.3:16-17) 

Jesús no impone su autoridad a la fuerza, él espera que su pueblo se sujete voluntariamente a él. Leemos en el Salmos 110:3 “Tu pueblo se ofrecerá voluntariamente en el día de Tu poder; En el esplendor de la santidad, desde el seno de la aurora; Tu juventud es para Ti como el rocío.”. Tampoco ejerce una autoridad déspota, su gobierno es uno de un yugo suave y fácil de llevar (Mat.11:28-30).