sábado, 29 de agosto de 2020

NUESTRAS RELACIONES CON LOS DEMÁS.

 NUESTRAS RELACIONES CON LOS DEMÁS.


El cristianismo no es una religión de ermitaños. Si, debemos estar separados del mundo, pero eso no significa que cada cristiano debería vivir encerrado en una celda o vivir en una cueva en una montaña muy lejana. Puesto que no podemos aislarnos, necesitamos aprender como tenemos que relacionarnos con los demás. En el contexto de Romanos 12 se nos explica lo de ofrecernos como “sacrificios vivos a Dios”, no debería parece extraño que se incluya en este capitulo las relaciones interpersonales puesto que para nosotros llevarnos bien con los demás muchas veces implica sacrificio.

Nuestras relaciones interpersonales se basan en el amor.

 Pablo inicia esta sección, versículos 9-21, con un principio muy importante: “El amor sea sin fingimiento. Aborreced lo malo, adheríos a lo bueno.” (Romanos 12:9 ) la principal regla para nuestras relaciones es el amor sincero. En el cristianismo no hay cabida para la Hipocresía, Jesús mismo condenó esta característica de los Fariseos quienes aparentaban una cosa que en realidad no eran. En griego la palabra Hipocresía llevaba la idea de “Actuación dramática” alguien que estaba actuando y no era real lo que expresaba. Así que el hipócrita usa una máscara en sus palabras y acciones, pero los cristianos no deben comportarse de esa manera pues el apóstol Juan nos anima “Hijitos míos, no amemos de palabra ni de lengua, sino de hecho y en verdad” (1 Juan 3:18). 

El amar a todos no implica aceptación incondicional a todas las practicas, Pablo dice que debemos “aborreced lo malo, adheríos a lo bueno” (Ro12:9b).  Es claro que aquí está hablando de acciones no de personas, más exactamente odiar, sentir desagrado, aborrecer el pecado, no a los esclavos del pecado. No podemos tolerar el alcoholismo, las parrandas o la agenda LGBTI; aún así no podemos promover el odio ni ataque con las personas que están esclavizadas por estos pecados. Por otro lado, debemos adherirnos a lo bueno , es decir, pegarnos como con cola (goma) a aquello que es bueno. Necesitamos aprender a distinguir lo bueno de lo malo y tratar cada cosa como debe ser tratada. El amor no puede ser la justificación para tratar lo malo como bueno; si mi hijo hace algo malo como mentir o hacer berrinche yo debo castigarlo (por amor) él necesita ver mi desagrado por eso malo que hizo, en cambio sí él es un buen estudiante y respeta a sus semejante debo reconocer sus buenas acciones y apoyarlo a mejorar.

Nuestras relaciones con los hermanos.

Siendo más exacto, el texto muestra una diferencia entre la relación con los incrédulos y con nuestros hermanos. No me mal interprete, no es elitismo ni discriminación, pues a ambos se les da el debido respeto y amor, pero no podemos negar que nuestra relaciones con los hermanos en la fe debe llegar a ser muy especial. Recordemos que tenemos el mismo Padre, fuimos lavados con la misma sangre, compartimos la comunión con el mismo Espíritu y pasaremos la eternidad en el mismo lugar.

“Amaos entrañablemente los unos a los otros con amor fraternal; en cuanto a honor, dando la preferencia los unos a los otros.”  (Romanos 12:10) el amor entre cristianos no es igual al amor con todos nuestros prójimos. Generalmente la palabra para amor en el nuevo testamento es el Ágape, es decir el de la buena voluntad, el de procurar el bien a los demás sin esperar nada a cambio, pero en este texto se habla de un amor diferente. El amor aquí descrito es un amor “entrañable” es decir que puede llegar a las entrañas que se impregna en nuestros interior, Con sumo cariño, con la mayor ternura. Pero aquí hay que añadir el amor fraternal, amor de familia, ese amor que se tiene entre los que poseen la misma sangre. ¿Qué escena refleja más alegría que una familia departiendo junta una comida? El amor fraternal es una expresión sublime de cariño y ese cariño es el que debe caracterizar a los hermanos en la fe pues ya no somos extraños sino hermanos en Cristo. 

¿Cómo demostramos ese amor especial a los hermanos? El saludo entre hermanos en la fe es con “beso santo” (Ro16:16) es decir es un saludo especial, sin malicia, consagrado para ellos o como lo interpreta la biblia de lenguaje sencillo “Salúdense entre ustedes con mucho cariño y afecto” (Romanos 16:16 BLS). Volviendo a Ro12:10 dice en “cuanto a honor, dando la preferencia los unos a los otros.” Necesitamos respetarnos unos a otros, hay que tener cuidado con las bromas pesadas o burlas crueles.

 “En lo que requiere diligencia, no perezosos; fervientes en espíritu, sirviendo al Señor” (Romanos 12:11) También demostramos amor al estar dispuestos en ayudarnos, es decir al hacernos favores con diligencia. Si esta en nuestra mano ayudar al hermano, no hay que poner excusa. 

No olvidemos ayudar a nuestros hermanos en necesidad es un deber cristiano “compartiendo para las necesidades de los santos; siguiendo la hospitalidad” (Romanos 12:13) este es uno de muchos textos que nos mencionan la importancia de ayudarnos aparte de la ofrenda de la iglesia local. (Hch30:35; Gá6:10; Stg1:27) en lo personal me parece curioso la última cláusula del Versículo donde literalmente diría «Persiguiendo (como si se tratara de una caza) la hospitalidad»  , Pablo está diciendo que deberíamos buscar con anhelo el tener a los hermanos en nuestras casas. Perseguir las oportunidades de atender a los hermanos que nos visitan ¿Cuántos de nosotros sienten un deseo sincero de servir a sus hermanos en sus casas? Que hermoso es gozar de una comunión así. 

Los versículos 15-16 Pablo dice Romanos 12:15-16 “Gozaos con los que se gozan; llorad con los que lloran.  (16)  Tened unanimidad de sentimientos entre vosotros; no con altivez de sentimientos, sino condescendiendo con los humildes. No seáis sabios en vuestra propia opinión.” Creo que si resumimos estos dos versículos en una frase es “no piensen demasiado en sí mismos” necesitamos pensar en cómo se sienten nuestros hermanos y participar de ello ¿están alegres por el nacimiento de una creatura o están tristes por la partida de un ser querido? Necesitamos estar allí con ellos, en eso también se muestra el amor fraternal.

Nuestras relaciones con los incrédulos

El versículo 14 interrumpe el llamado a los cristianos a amar y hacer el bien unos a otros y anticipa lo que tratarán los versículos. 17-21. “Bendecid a los que os persiguen; bendecid, y no maldigáis.” (Romanos 12:14) estas palabras no son nuevas, Pablo solo está repitiendo una de las doctrinas más radical o revolucionaria del cristianismo. Jesús dijo en Mateo 5:43-45 “Oísteis que fue dicho: Amarás a tu prójimo, y aborrecerás a tu enemigo.  (44) Pero yo os digo: Amad a vuestros enemigos, bendecid a los que os maldicen, haced bien a los que os aborrecen, y orad por los que os ultrajan y os persiguen; (45) para que así lleguéis a ser hijos de vuestro Padre que está en los cielos, que hace salir su sol sobre malos y buenos, y que hace llover sobre justos e injustos.” También en 1 Pedro 3:9 “no devolviendo mal por mal, ni maldición por maldición, sino por el contrario, bendiciendo, sabiendo que fuisteis llamados con el fin de que heredaseis bendición.” Aunque el texto no lo menciona, está implícito que el ser cristiano trae persecución y el cristiano debe saber cómo reacciona a esta. 

Romanos 12:17-18 “No paguéis a nadie mal por mal; procurad lo bueno delante de todos los hombres.  (18) Si es posible, en cuanto dependa de vosotros, estad en paz con todos los hombres.”  El versículo 17 dice procurad lo bueno delante de todos los hombres, La palabra griega pronoeo (se emplea en 2Co_8:21 y 1Ti_5:8) quiere decir, pensar de antemano o prever. El cristiano considera o piensa de antemano en sus acciones para que no violen lo que todo el mundo tiene por honroso. El mundo nos mira e importa lo que piense de nosotros en esas cosas que tienen que ver con lo honroso . Además debemos estar en Paz con todos, si eso depende de nosotros. El cristiano no debe ser conocido en su comunidad como el peleonero, busca pleito, entrometido o chismoso, sino como pacificador entre sus semejantes. Vivimos bajo el príncipe de paz (Is.9:6), adoramos al Dios de Paz (Fil.4:9) y anunciamos el evangelio de paz (Hch10:36) ¿Cómo podríamos los cristianos tener un corazón guerrerista? Es inconcebible tal actitud en nosotros.

Es posible que el cristiano decida no devolver mal por mal, pero esté desarrollando en su corazón rencor y acumulando deseos de venganzas; en tal caso aunque no está haciendo daño físico al enemigo, pero si está haciéndose daño el mismo. Pablo instruye Romanos 12:19-21 “No os venguéis vosotros mismos, amados, sino dejad lugar a la ira de Dios; porque escrito está: Mía es la venganza, yo pagaré, dice el Señor.  (20)  Así que, si tu enemigo tiene hambre, dale de comer; si tiene sed, dale de beber; pues haciendo esto, 2 amontonarás sobre su cabeza carbones encendidos.  (21) No seas vencido por el mal, sino vence con el bien el mal.”. En el versículo 9 Pablo nos enseña a “no se tomen la justicia por su cuenta”  ¿por qué no debería hacerlo?  Veo en el texto dos muy buenas razonas. Primeramente, la justicia propia podría, a causa de la ira, llevarnos a extralimitarnos y generar una cadena larguísima de venganzas. Por otro lado es Dios quien en sus Justicia Santa dará a cada lo que merece según sus obras. Podemos estar seguro que Dios no dejará las malas acciones impunes.

La segunda razón es que al devolver bien por mal estamos venciendo al mal. Piense que nuestro enemigo está tratando de provocarnos para hacernos pecar, pero al ver nuestras acciones hacia él, lo dejamos tan confundido que no sabrá cómo reaccionar ante nuestra bondad y se apartará de nuestro lado avergonzado. Podría incluso resultar en su conversión de enemigo a amigo, aun mas en una conversión hacia Dios.

Necesitamos estar dispuestos a sacrificándonos al poner en practica estos principios. Ciertamente no será fácil, pero es nuestra manera de responder a la misericordia de Dios y comprobar su voluntad buena agradable y perfecta. Pensemos que lo que hacemos a nuestros semejantes no es por lo que ellos son, sino por lo que Dios ha hecho por nosotros.

Al menos que se indique lo contrario, todas las citas son tomadas de la Santa Biblia Reina Valera Revisada 1977.

[1] kolao (κολλάω, G2853), unir fuertemente, encolar, cementar(Lexico de Vine)

[1] Comentario de A.T. Robertson. Sobre Ro.12:13.

[1] Nota de Ro.12:17 del Hermano Bill Reeves.

[1] Romanos 12:19 biblia Latinoamericana 1995.


martes, 25 de agosto de 2020

El PERDON DIVINO

 

EL PERDON DIVINO

El rey David expresa lo maravilloso del perdón en el Salmos 32:1-2 “Dichoso aquél cuyo pecado es perdonado, y cuya maldad queda absuelta.  (2) Dichoso aquél a quien el Señor ya no acusa de impiedad, y en el que no hay engaño”. David reconocía lo grave de su pecado y sufrió el peso de su iniquidad. Así que cuando Dios lo perdonó él sabía lo gozoso que se sentía estar en comunión con el Señor. ¿Qué tan consiente estamos de lo que significa el Perdón Divino?

I.   Dios está dispuesto a perdonar

A. Las palabras d Moisés para describir a Jehová describen su carácter justo pero a la vez misericordioso y perdonador. Éxodo 34:6-7 “Luego el Señor pasó delante de Moisés, y proclamó: « ¡EL SEÑOR! ¡EL SEÑOR! ¡Dios misericordioso y clemente! ¡Lento para la ira, y grande en misericordia y verdad!  (7)  ¡Es misericordioso por mil generaciones! ¡Perdona la maldad, la rebelión y el pecado, pero de ningún modo declara inocente al malvado! ¡Castiga la maldad de los padres en los hijos y en los hijos de los hijos, hasta la tercera y cuarta generación!»”

B. El profeta Isaías invita a Israel al arrepentimiento con la garantía de que Dios está dispuesto a perdonar. Isaías 55:6-7 “Busquen al Señor mientras pueda ser hallado; llámenlo mientras se encuentre cerca.  (7)  ¡Que dejen los impíos su camino, y los malvados sus malos pensamientos! ¡Que se vuelvan al Señor, nuestro Dios, y él tendrá misericordia de ellos, pues él sabe perdonar con generosidad.” Jehová, Dios de La biblia, es muy diferente a los dioses paganos. Nuestro Dios es justo y misericordioso en vez de ser vengativo. Aunque nosotros nos hallamos apartado de Él, es siempre está invitándonos a regresar para ser perdonados (Ez.33:11)

C.  El apóstol Pablo nos invita a perdonar como Dios nos perdonó Efesios 4:32 “En vez de eso, sean bondadosos y misericordiosos, y perdónense unos a otros, así como también Dios los perdonó a ustedes en Cristo.” Es maravilloso gozar del Perdón de Dios, pero también necesitamos aprender de Él como perdonar.

 

II.                  ¿Cómo perdona Dios?

A.  La biblia hace referencia a un “libros de actas” (Malq.3:16) este libro, tal vez figurativo, es registro de nuestras acciones tanto buenas como malas. El día del juicio seremos juzgados y castigados por estos pecados (Ap20:10-15).

B.     Es pues interesante que el perdón de pecados es descrito como un borrar los pecados (Hch.3:19) dice en Romanos 4:7-8 “cuando dice: « ¡Dichoso aquel cuyas iniquidades son perdonadas, Y cuyos pecados son cubiertos!  (8) ¡Dichoso aquél a quien el Señor no culpa de pecado!».” Pablo usa aquí una palabra en Griego Logisomai, Según el Diccionario Swanson esta palabra significa “que es cargar a la cuenta de, mantener un registro de débitos y créditos.” El Perdón de Dios es comparado a Borrar una cuenta de cobro en nuestra contra.

C.    Otra ilustración que la Biblia usa para comparar el perdón de pecado aparece en Miqueas 7:19 “Tú volverás a tener misericordia de nosotros, sepultarás nuestras iniquidades, y arrojarás al mar profundo todos nuestros pecados.”.  Dios lanza los pecados al fondo del mar donde nadie podrá sacarlo

D.    Hebreos 10:16-17 “«El Señor ha dicho: Éste es el pacto que haré con ellos después de aquellos días: Pondré mis leyes en su corazón, y las escribiré en su mente.»  (17) Y luego añade: «Y nunca más me acordaré de sus pecados y transgresiones.».” Que alivió saber que Dios ha olvidado, borrado o lanzado nuestros pecados al fondo del mar. Pero recordemos que nosotros necesitamos hacer lo mismo con los demás. Mateo 6:14-15 “Si ustedes perdonan a los otros sus ofensas, también su Padre celestial los perdonará a ustedes.  (15) Pero si ustedes no perdonan a los otros sus ofensas, tampoco el Padre de ustedes les perdonará sus ofensas.

 

III.              El perdón es condicional.

A.    Sabemos, por lo que la biblia nos muestra, que Dios está siempre a perdonar. Esto no significa que él sea un Dios que pase por alto las faltas ligeramente, su perdón es condicional. Dios invitaba a Israel a apartarse de su pecado y el los limpiaría completamente Isaías 1:16-18 “¡Lávense! ¡Límpiense! ¡Aparten de mi vista sus malas acciones! ¡Dejen de hacer lo malo (17) y aprendan a hacer lo bueno! ¡Busquen la justicia! ¡Reprendan a los opresores! ¡Hagan justicia a los huérfanos y defiendan los derechos de las viudas!»  (18)  El Señor dice: «Vengan ahora, y pongamos las cosas en claro. Si sus pecados son como la grana, se pondrán blancos como la nieve. Si son rojos como el carmesí, se pondrán blancos como la lana”. El Arrepentimiento es la condición elemental para el perdón de pecados.

B. Hay una fuente purificadora, donde Dios limpia nuestros la sangre de cristo Efesios 1:7 “En él tenemos la redención por medio de su sangre, el perdón de los pecados según las riquezas de su gracia”. ¿Cómo nos limpia el Señor en la sangre de cristo?

                                       1.  Al que aún es pecador: Hechos 2:38 “Y Pedro les dijo: «Arrepiéntanse, y bautícense todos ustedes en el nombre de Jesucristo, para que sus pecados les sean perdonados. Entonces recibirán el don del Espíritu Santo.”

                                       2.   Al Cristiano: 1 Juan 1:9 “Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados y limpiarnos de toda maldad”.

 

¡Qué maravilloso es saber que Dios nos perdona! Aunque merecemos justamente la condenación eterna por ser pecadores, Dios los limpia en la sangre de su Hijo para que podamos estar nuevamente delante de él. Necesitamos valorar este perdón Divino al no volver a ofenderlo con nuestros pecados, viviendo una vida santa y aprendiendo a perdonar a nuestros semejantes como Él nos perdonó.


todas las citas de esta lección son tomadas de la Santa Biblia Reina Valera Contemporánea (RVC) 2012.Publicada por las sociedades Bíblicas Unidas.