jueves, 5 de marzo de 2020

LA OBRA DE LA IGLESIA: LA BENEVOLENCIA




LA OBRA DE LA IGLESIA: LA BENEVOLENCIA 


Cuando Dios planeó la iglesia, Él pensó en todo ¿Cómo se expandiría la iglesia? Por medio de la evangelización y la capacitó para ello. ¿Cómo se fortalecería la iglesia? Por medio de la enseñanza y la doto para ello. ¿Cómo socorrería a los pobres entre ellos? Por medio de la benevolencia y dejo instrucciones de cómo hacerlo. 

El principio de ayudar al necesitado 
Dios piensa en los necesitados en este mundo, Luego da instrucciones de cómo hacerlo. Desde el antiguo testamento vemos como Dios proveyó para ellos. Uno de los propósitos del Diezmo en el antiguo testamento era para ayudar a la viuda, huérfanos e inmigrantes dice Dt. 14:28-29 PDT “Al final de cada tres años, deberás llevar la décima parte de todas tus cosechas de ese año y la guardarás en tus ciudades. (29) Luego los levitas vendrán porque no tienen tierra propia, y también los inmigrantes, los huérfanos y las viudas que estén en tus ciudades, y comerán y quedarán satisfechos, para que el SEÑOR tu Dios te bendiga en todo lo que hagas.” Igualmente en época de cosecha Dios planteó lo siguiente: Lv. 19:9-10: “Cuando siegues la mies de tu tierra, no segarás hasta el último rincón de ella, ni espigarás tu tierra segada. (10) Y no rebuscarás tu viña, ni recogerás el fruto caído de tu viña; para el pobre y para el extranjero lo dejarás. Yo Jehová vuestro Dios.” Y también podemos ver Dt. 15:7-11 Cuando haya en medio de ti menesteroso de alguno de tus hermanos en alguna de tus ciudades, en la tierra que Jehová tu Dios te da, no endurecerás tu corazón, ni cerrarás tu mano contra tu hermano pobre, (8) sino abrirás a él tu mano liberalmente, y en efecto le prestarás lo que necesite. (9) Guárdate de tener en tu corazón pensamiento perverso, diciendo: Cerca está el año séptimo, el de la remisión, y mires con malos ojos a tu hermano menesteroso para no darle; porque él podrá clamar contra ti a Jehová, y se te contará por pecado. (10) Sin falta le darás, y no serás de mezquino corazón cuando le des; porque por ello te bendecirá Jehová tu Dios en todos tus hechos, y en todo lo que emprendas. (11) Porque no faltarán menesterosos en medio de la tierra; por eso yo te mando, diciendo: Abrirás tu mano a tu hermano, al pobre y al menesteroso en tu tierra” Esas leyes fueron motivadas por el deseo de proveer para los más necesitados y para enseñarnos a desprendernos de lo material para compartir con el necesitado. 

Bajo el nuevo pacto Dios nos anima a compartir con el que padece necesidad. Sí, es pecado robar pues tomamos a la fuerza lo que le pertenece a otro, pero también es pecado retener lo que nos sobra sin pensar en el que no tiene nada. A continuación una lista de textos del nuevo testamento que nos invitan a reflexionar sobre la necesidad de compartir con el que no tiene nada. 
Hch 20:35 En todo os he enseñado que, trabajando así, se debe ayudar a los necesitados, y recordar las palabras del Señor Jesús, que dijo: Más bienaventurado es dar que recibir. 
Ro. 12:12-13 (12) gozosos en la esperanza; sufridos en la tribulación; constantes en la oración; (13) compartiendo para las necesidades de los santos; practicando la hospitalidad
Gá. 6:9-10 No nos cansemos, pues, de hacer bien; porque a su tiempo segaremos, si no desmayamos. (10) Así que, según tengamos oportunidad, hagamos bien a todos, y mayormente a los de la familia de la fe. 
Ef. 4:28 El que hurtaba, no hurte más, sino trabaje, haciendo con sus manos lo que es bueno, para que tenga qué compartir con el que padece necesidad. 
2Co 8:13-15 Porque no digo esto para que haya para otros holgura, y para vosotros estrechez, (14) sino para que en este tiempo, con igualdad, la abundancia vuestra supla la escasez de ellos, para que también la abundancia de ellos supla la necesidad vuestra, para que haya igualdad, (15) como está escrito: El que recogió mucho, no tuvo más, y el que poco, no tuvo menos. 
Todos estos nos enseñan lo importante que es para Dios que sus hijos sean generosos con sus semejantes que padecen necesidad. Un cristiano fiel no retiene el dinero en su poder siempre que hay alguien que lo necesite. También es importante reconocer este principio “Dios nos bendice para poder bendecir a otros” 

La recolección de fondos. 
La iglesia como comunidad desde el inicio de sus días fue generosa en dar para ayudar a sus hermanos tanto en su localidad como en otros lugares Hch 4:34 “Así que no había entre ellos ningún necesitado; porque todos los que poseían heredades o casas, las vendían, y traían el precio de lo vendido” Hch 11:28-29 “Y levantándose uno de ellos, llamado Agabo, daba a entender por el Espíritu, que vendría una gran hambre en toda la tierra habitada; la cual sucedió en tiempo de Claudio. (29) Entonces los discípulos, cada uno conforme a lo que tenía, determinaron enviar socorro a los hermanos que habitaban en Judea” aquí podemos ver que los santos fueron haciendo una obra de recolección dinero para un fondo de benevolencia. 

El caso más curioso surge aproximadamente en los años 50 D.C. después de la reunión Pablo con los apóstoles en Jerusalén, este buscaba demostrar que su ministerio y el de los apóstoles eran uno y aprobado por el Señor, lo cual los apóstoles reconociendo dando la mano derecha como símbolo de aprobación. En este momento los apóstoles le solicitan “no olvidarse de los pobres” en Jerusalén y así inicia un proyecto de recoger entre un donativo los gentiles para sus hermanos necesitados en Jerusalén (Gá.2:10) y los hermanos en las iglesias de Macedonia y Acaya tuvieron la voluntad de hacerlo (Ro15:26) 

¿Cómo llevar a cabo la recolección de estos fondos? Pablo, siendo inspirados por el Espíritu Santo, instruyo a las iglesias como hacer esta colecta 1Co 16:1-2 RVR “En cuanto a la colecta para los santos, haced vosotros también de la manera que ordené a las iglesias de Galacia. (2) Cada primer día de la semana, cada uno de vosotros ponga aparte algo, según haya prosperado, guardándolo, para que cuando yo llegue no se hagan entonces colectas” estas instrucciones nos sirven como ejemplo de cómo hacer la recolección de fondos en nuestros días, partiendo del hecho “si fue bueno para el Espíritu Santo, es bueno para nosotros”. 

Aquí hay algunos puntos para resaltar: primeramente, El propósito de la ofrenda era ayudar a los santos, no a todos los judíos, por tanto es una colecta con benevolencia limitada. Segundo, La frecuencia dada por el apóstoles es cada domingo, ya que es el día en que los cristianos se reúnen para para partir el pan, que mejor día para hacer la colecta. Algunos opinan que la colecta era guardada en casa, sin embargo no tendría sentido esperar hasta el domingo para apartar la ofrenda en casa. Además el propósito de hacer la colecta cada domingo era para que el día que llegara pablo estuviera recogido el dinero y no tuvieran que hacer colecta. Por último, La disposición de corazón del que ofrenda. En este texto vemos la libertad que se da en cuanto a la cantidad. Dios ama al que da con alegría (2Co.9:7) Dios espera que Demos voluntaria mente de lo que tenemos (2Co.8:12) esto sólo es posible si realmente nos hemos entregado primeramente al Señor (2Co8:5). 

Algunas personas dicen que 1Co16 no es aplicable para hacer colectas hoy porque eso sólo era mandamiento para la colecta para los santos en Jerusalén. Sin embargo el texto no dice que no se seguirían recogiendo colecta en la iglesia sino que no se recogerían cuando Pablo llegara. Además si 1Co16:1-2 no es aplicable hoy, no habría ningún permiso para recoger dinero de ninguna manera. Por último la historia muestra que el Domingo los cristianos siguieron recogiendo dinero para los necesitados “Los que tienen y quieren, dan libremente lo que les parece bien; lo que se recoge se entrega al que dirige para que socorra con ello a huérfanos y viudas, a los que están necesitados por enfermedad u otra causa, a los encarcelados, a los forasteros que están de paso: en resumen, se le constituye en proveedor para quien se halle en la necesidad. Celebramos esta reunión general el día domingo…” (Apología de Justino Mártir


¿Benevolencia limitada? 
Algunos les parece muy inquietante este punto ¿Cómo que benevolencia limitada? ¿Acaso Dios no tiene limitado el corazón? Pues no, Dios no tiene limitado el corazón y eso es demostrable en que hace salir el sol sobre justo e injusto. Aun así algunos preguntarán porque no podemos ayudar de la ofrenda a todos. 

  1.  Los textos son claro, la ofrenda es para los pobres entre los santos (Ro.15:26; 1Co.16:1-2). 
  2.  La iglesia no fue creada para solucionar los problemas económicos de la humanidad, sino para los guiar espiritualmente al perdido (Ef.3:10). 
  3. Cada cristiano tienen la responsabilidad moral de ayudar a cualquiera que lo necesite, pero no es así de la iglesia. Es importante diferenciar entre la obra de la iglesia y la del individuo un claro ejemplo es el de la ayuda a las viudas(ver 1Ti.5:4-10) 
Algunas iglesias de cristo quieren ser libres, no en cuanto a dar, sino en cuanto a quienes ayudar con la colecta. Ellos quieren hacer “grandes proyectos” y ayudar tanto a cristianos como a incrédulos y tal vez estos incrédulos sean conmovidos y se conviertan al Señor. Lamentablemente hay serios errores en esta manera de pensar. Para iniciar ¿Por qué ayudar a quienes Dios no mandó en vez de ayudar a los que Dios mandó? Aun no se ha socorrido a todos los santos pobres en el mundo como para ponernos a socorrer a los incrédulos. Además estos grandes proyectos terminan ahogando la obra de la iglesia local, desviando la atención de lo que la iglesia debe hacer o absorbiendo las ofrendas de otras iglesias. Por último, pretender convertir a los incrédulos por ayudarlos es tratar de comprar personas y desmeritar el poder del evangelio de cristo. 

La obra de benevolencia que Dios encargo a la iglesia es una gran demostración de amor a sus hermanos, ocuparnos de ella es convertirnos en la mano generosa de nuestro Padre. Ocupémonos en ello dando generosamente.


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